Froome se desquita y Nairo sigue de amarillo
Froome apuesta por una escapada en solitario junto a Tejay Van Garderen para desquitarse del pinchazo que sufrió hace dos días y que le privó de la lucha por la clasificación general. Nairo Quintana aguantó las embestidas de Thibaut Pinot e Ilnur Zakarin y mantiene el liderato del Tour de Romandía.
Lluvia, frío y viento hacían preveer un día de ciclismo de hace 40 años. El pelotón, aún magullado por la CRI del día de ayer, se despertaba perezoso. Entre tanto, un grupo numeroso entre los que se encontraban Jungels y Kotchetkov – últimos supervivientes de la fuga – buscaban conseguir la hazaña. Lo que no se imaginarían es que no sería el pelotón quienes les engulliría, sino Chris Froome y Tejay Van Garderen.
El británico, que hace dos días sufría un pinchazo y decía adiós a toda sus posibilidades de amarillo, quería desquitarse y marcharse de Romandía con al menos una victoria de etapa. Froome, conocedor de las necesidades del jefe de filas de BMC, le sugirió un mano a mano contra el pelotón. Tejay, sin ningún miramiento aceptó el reto y se marchó junto con el vigente campeón en busca de la victoria de etapa.
Por detrás, el pelotón liderado por Movistar no se veía nervioso por el movimiento de este dúo. Amador y los hermanos Izagirre tenían controlada la carrera y no fue hasta el último descenso cuando el pelotón, a causa del ritmo de Movistar, se hacía añicos. Aún quedaba la última ascensión.
Los líderes seguían enteros y Zakarin mandó mover a su compañero Simon Spilak. El esloveno se marchaba en busca de Froome y Tejay. Un intento frustrado por el pelotón que no le permitió marcharse en solitario. Frente a la negativa de Movistar de dejar marchar a su compañero de equipo, Zakarin junto Pinot (tercero y segundo en la clasificación) decidieron entrar en acción. Primero el ruso y después del francés buscaban las cosquillas a un Nairo Quintana que con mucha facilidad solventó la situación.
Mientras tanto, Chris Froome dejaba atrás a Tejay y se marchaba en solitario a por la victoria de la etapa reina del Tour de Romandía. La ventaja era considerable e incluso le permitió aflojar y disfrutar del momento. Froome cruzaba la meta con los brazos en alto. Nairo entró con el resto de rivales y seguirá vistiendo el amarillo.
