Entrevistamos a Óscar Cudeiro, autor del libro el Tarangu

El Tarangu

El Tarangu

Tan sonadas eran las victorias de José Manuel Fuente “El Tarangu” como legendarias sus derrotas y todo ello rodeado de la épica ciclista necesaria para escribir un libro desde el cariño que le tenían sus compañeros, pero antes que nada Óscar, ¿cómo llegas al mundo del ciclismo?

Exclusivamente como aficionado al ciclismo, desde muy chiquitín, acompañando a mi padre, que como gran aficionado al ciclismo, me acercaba al Naranco a ver a los ciclistas.

¿Cómo te planteas escribir sobre ciclismo?

Hacia el año 2006, disponiendo de tiempo libre fuera de casa, busco información sobre las historias relatadas por mi padre sobre su gran ídolo Luis Ocaña, y también de otros ciclistas como Poblet, así surge mi primer libro Etapas de Leyenda en 2009, pero inicialmente no tenía intención de escribir un libro, sino abordar a modo de artículos aquellas etapas del Tour más importantes, ofreciendo mi propia opinión. Cuando ya tenía 6 o 7 etapas redactadas decidí escribir el libro. Y hay, además, un segundo libro por editar sobre la generación de Fignon, Lemond, Delgado y Roche.

Tras tu primer libro, Etapas de leyenda ¿por qué decides publicar el libro sobre el Tarangu?

A raíz del libro Etapas de leyenda entré en el mundo desconocido de los ciclistas, de la mano de un gran amigo mío Marcelino García Alonso, que durante sus diez años como ciclista profesional, corrió en grandes equipos ciclistas como ONCE y CSC. En definitiva, él fue quien me abrió las puertas del ciclismo en Asturias y quién me presentó a Modesto Rubiera, ciclista aficionado de los 70 y amigo íntimo de José Manuel Fuente  “El Tarangu”. Modesto me contaba bonitas anécdotas e historias del Tarangu y yo quedé tan prendado de ellas que le propuse plasmarlas en un libro. Él me prestó todo su apoyo y además de contarme sus historias me presentó a las personas  más próximas al Tarangu, su familia incluida.

¿Cómo recibe la familia la idea del libro? ¿Eran reacios a su redacción? ¿Quien te ayuda finalmente a convencerles?

Siempre trate de hacer el libro con prudencia, yo no quería molestar a nadie. De todos es sabido que, en su época, el Tarangu se quejaba de la intromisión en su vida privada por parte de la prensa. Con el consejo de su amigo íntimo, Modesto Rubiera, fuimos contando la historia sin involucrar en ella su vida familiar y en los últimos meses que compartimos el borrador con la familia, lo recibieron muy positivamente y en todo momento mostraron su apoyo y nos proporcionaron documentos gráficos imprescindibles.

¿Cuéntanos cómo acaba Javier Mínguez escribiendo el prólogo del libro?

Javier Mínguez  llegó a tener una gran amistad con el Tarangu, lo adoraba. Cuando lo entrevistamos en Valladolid nos aportó un matiz muy importante de la personalidad del Tarangu: su carácter alegre, su sentido de la diversión. Ese aporte positivo me gustó, era algo que faltaba en los otros libros escritos sobre el Tarangu. Por ello y por la amistad que le unía con Fuente creo que se merecía prologar el libro. Se lo ofrecí y desde el primer momento me  prestó toda su colaboración para dar así un fantástico comienzo al libro.

El relato lo planteas desde la opinión de ex compañeros del Tarangu y ex ciclistas que compitieron en su época. ¿Por qué no es una biografía más?

No quería indagar en su vida personal. Porque ya en vida, el Tarangu, era celoso de su vida familiar y personal. El libro se enfoca como homenaje de sus amigos y compañeros.

¿Quiénes han participado de tu relato? ¿A quién agradeces en especial su ayuda?

En especial a Modesto Rubiera, sin él no hubiese sido posible, por su ayuda y por su apoyo en momentos duros durante los 4 años que ha durado su redacción. Es más, tendría que haber sido el libro de ambos, pero hay que respetar su deseo de estar en un segundo plano. También José Enrique Cima, fundamental por abrirnos las puertas del País Vasco y del equipo Kas y darle equilibrio con relatos de fuera de Asturias. Muy importante también Antonio Menéndez, compañero del Tarangu, que se reunió con nosotros infinidad de veces para repasar las anécdotas del Tarangu. Por supuesto Javier Mínguez, desde el momento que accedió a prologar el libro y por lo que le estoy inmensamente agradecido. Y como olvidar la ayuda prestada por Eloy Santamarta, gran «sprinter» asturiano que militó en el Santa Clara.

Por descontado al resto de 40 colaboradores y en especial a la familia, a mi mujer y a mis hijos, que han estado siempre en los momentos difíciles y complicados.

Es seguro que el libro ha supuesto un trabajo muy intenso de campo. Haces alusión a momentos difíciles y complicados,  pero queremos conocer ¿cuáles son a tu juicio los mejores momentos de tu trabajo?

La gente que conoces y con la que hablas, personalidades del ciclismo profesional y también gente anónima que cuando les mencionas al Tarangu se les ilumina el rostro al hablar de él.También la muy positiva reacción y opinión de la familia del Tarangu con el resultado final del libro.

¿Nos puedes anticipar alguna anécdota del Tarangu?

La mayoría de anécdotas son reflejo de su personalidad. El Tarangu era un rebelde con principios, como decimos en Asturias, un paisano, u una persona de honor y como reflejo de ello, siendo ciclista aficionado se va a correr con otros compañeros a La Bañeza, en León. Entre ellos tenían el acuerdo de ir a medias, pero por avatares de la carrera necesitan el apoyo de Modesto Rubiera, que había ido con ellos a la carrera compartiendo los gastos del viaje pero sin repartir con él los premios. Dado que el Tarangu le había pedido su ayuda en la escapada y finalmente se habían alzado con la victoria, a la vuelta quiso repartir el premio con Modesto y ante la negativa del resto decidió compartir su parte con él y con unos compañeros de mili, llegando a casa sin beneficios.

¿Cómo ha resultado la edición y la presentación del libro hasta el momento?

Con la edición del libro me encuentro muy satisfecho, es el resultado que se buscaba. Un formato medio, con abundante fotografía y donde se realzase la opinión de los amigos del Tarangu. En ese sentido quiero destacar el gran trabajo de maquetación de la empresa Lloviendo Letras, y no solo lo digo yo, son muchos los que me transmiten esa misma opinión. En cuanto a las presentaciones están teniendo un buen recibimiento.

Llevas cuatro presentaciones, siempre bien arropado por aficionados y grandes ciclistas, nos puedes avanzar cuál será la siguiente presentación y cuáles los siguientes compañeros de aventura?

Surge sobre la marcha. En principio no hay prevista alguna, surgen gracias a las redes sociales y enseguida se corre la voz.

¿Qué hacía al Tarangu tan especial para que moviese a tantos aficionados y en especial a los seguidores italianos?

Era una persona muy carismática. Por su forma de correr era un corredor espectáculo, que siempre corría con el corazón y que utilizaba cada gramo de fuerza para atacar. Su manera de correr conectaba muy bien con el aficionado y especialmente en Italia fue muy querido por los “tifosi”, que  descubrieron en él al rival que podía hacer frente a Eddy Merckx, tormento de su ídolo Gimondi.  Ellos supieron valorar la entrega y el espectáculo que daba el Tarangu. Es difícil ver en el ciclismo una persona que haya dado tanto en tan poco tiempo.

En tu opinión, en Asturias, ¿hemos honrado adecuadamente su memoria?

Asturias está en deuda con el Tarangu, si bien el homenaje en vida realizado en el año 1995 fue apoteósico y la placa colocada en la cima del Naranco ha sido una magnífica idea por ser un asturiano universal, todos los homenajes serán siempre pocos para un ciclista que ha sido el mayor abanderado de Asturias en el ciclismo mundial.

¿Puede haber hoy en el pelotón algún ciclista como el Tarangu?

El ciclismo actual es muy diferente, por cuestiones de alimentación, preparación, carreteras, pero si nos ceñimos a la entrega personal, el ciclista más parecido al Tarangu en mi opinión sería, salvando las distancias, Alberto Contador. Hoy en día Alberto es el único ciclista que arriesga, el único que no se conforma con un segundo puesto y en ese sentido es como el Tarangu

Tras este éxito editorial, ¿cuál será tu siguiente relato ciclista y cuánto habremos de esperar para disfrutarlo?

De momento no tengo nada planificado y después de hacer un trabajo como éste, que te lleva tantos años, siempre es necesario un periodo de reflexión. Tampoco cierro la puerta a realizar otro trabajo sobre ciclismo. Me gusta mucho la figura de otro gran ciclista asturiano: Vicente López Carril, un ciclista infravalorado y una gran persona, con el que la afición se encuentra también en deuda.

Muchas gracias Óscar por conceder a Demarraje web una entrevista en exclusiva,  en unas fechas tan especiales para todos, te deseamos un feliz año repleto de éxitos.

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