Strade Bianche | Benoot se exhibe sobre el barro

Tiejs Benoot gana la Strade Bianche

El corredor de Lotto Soudal demostró una gran madurez para acabar ganando su primera carrera como profesional

Carrera con mayúsculas. La lluvia y el Sterrato fueron la mezcla perfecta para que esta edición de la Strade Bianche pase a la historia como una de las mejores carreras del Siglo XXI, no solo por ser la primera victoria en el currículum de Tiesj Benoot, sino por la dureza que ha supuesto correr durante todo el día por el barro que se ha formado. Las imágenes del corredor de Lotto Soudal cruzando la meta con la cara llena de barro hablan por sí solas.

Y es que ha sido un día donde ha habido muchas sorpresas. Pero vayamos por partes. El día comenzaba con una escapada que poco podría hacer ante el temporal, las dificultades de la carrera y el ritmo del pelotón. De hecho, a falta de 70 kilómetros para el final ya habían sido cazados y empezaban los jefes de filas a prepararse para la batalla.

El primero en intentarlo fue Van Aert. El flamante campeón del mundo de ciclocross debutaba en la Strade Bianche por todo lo alto. El belga, que parecía que se sentía como en casa rodando por el barro, decidió atacar a 43 kilómetros para el final. Un ataque al que solo Romain Bardet fue capaz de perseguir. Este dúo de cabeza trabaja bastante bien y abría poco a poco un hueco que sería decisivo al final.

Por detrás, una docena de corredores entre los que se encontraban los favoritos Peter Sagan, Stybar, Kwiatkowski y Valverde, no se entendía. La ventaja seguía siendo cada vez mayor con el dúo de cabeza y Bora, que tenía a cuatro corredores en el grupo, no asumía responsabilidad. Solamente Alejandro Valverde intentó, tímidamente, cerrar la brecha.

Fue en ese momento cuando Benoot, cansado de esperar, decidió marcharse en solitario sin mirar atrás. El belga, con mucho esfuerzo, fue capaz de llegar a la rueda de Bardet y Van Aert para, más tarde, darles un estocazo, ya entrando a Siena, e imponerse en solitario. El esfuerzo de Bardet, y sobre todo de Van Aert, rodando tanto tiempo en cabeza, lo acabaron pagando en los kilómetros finales que fue un paseo triunfal para el corredor de Lotto Soudal. Barde y Van Aert completaron el podio, segundo y tercero respectivamente, y Alejandro Valverde fue cuarto.

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