A Benito Mussolini no le gustaba el Giro de Italia

Al dictador italiano nunca le gusto el ciclismo, pero como buen político supo disimularlo. De hecho, solo se tiene el conocimiento de una foto de un joven Mussolini, que aún no era Il Duce, yendo en bicicleta, y por las memorias de Alfredo Binda (Le mie vittorie e le mie sconfitte,Varese, 1931). Se sabe que el tirano le envió su retrato firmado al corredor, felicitándole por su triunfo en el Campeonato del Mundo de 1930. El ciclismo para Mussolini fue un instrumento y una herramienta de acción política.
Cuenta Daniele Marchesini en su Le Italia del Giro de Italia, que el joven Benito, director en aquel momento de Avanti, órgano del partido socialista italiano, propuso llenar de clavos la Via Emilia al paso de los ciclistas del Giro. Además, durante la edición de 1910, en Genova, recriminó a los socialistas locales el patrocinio de la prueba ciclista.
Más adelante, ya instalado en el poder tras su cambio de posición y orientación política, se hizo presentar a si mismo como el Primer Deportista de Italia. El motivo para llevar a cabo este hecho fue el gran aliciente promocional que veía el fascismo a través del deporte. De esta forma, el dictador transalpino se presentaba en sociedad como un hombre fuerte, capaz de poner sus prestaciones y poderío físico en sintonía y al servicio de los objetivos del espíritu.
Anecdóticamente, en la iconografía fascista de la época, podemos ver a Mussolini nadando, jugando al tenis, montando a caballo e incluso conduciendo coches, entre otros, pero nunca montando en bicicleta. Solo existe una única foto del dictador italiano posando con traje y corbata ante una bicicleta, siendo este retrato e imagen poco o nada deportivo.
Sin embargo, siempre afirmó que le gustaban todos los deportes, pero es destacable mencionar que en las 18 ediciones del Giro de Italia que se disputaron durante su trayectoria política, jamás dio una salida de etapa, acudió a una llegada o se desplazó a Milán para homenajear al vencedor de la Corsa Rosa.
Simplemente, se limitó a saludar al pelotón ciclista a su paso por Roma y en alguna ocasión, recibió al líder de la ronda italiana y a los organizadores de la misma.
El dictador transalpino consideraba al ciclismo como un deporte demasiado popular, del proletariado. Para él era un deporte de Rojos. De hecho, consideraba y veía como una actitud y comportamiento subversivo, el vestir una camisa roja y llevar la bicicleta pintada de color rojo.
En la edición del Giro de 1931, la Corsa Rosa implantó la Maglia Rosa, el color de las paginas del periódico deportivo La Gazzetta dello Sport, organizador de la carrera, para distinguir al líder de la clasificación general. Ante este cambio notable, Mussolini reaccionó diciendo que aquella camiseta no le parecía adecuada, que la veía demasiado femenina y que le recordaba al color de las bragas de las mujeres.
Pese a aquella opinión del tirano italiano, la Maglia Rosa es la gran seña de identidad del Giro en la actualidad. Learco Guerra fue el primer corredor que portó y lució la nueva Maglia Rosa. Pese a la contraria opinión de Mussolini del nuevo color de la prenda, este ciclista de origen muy humilde logró en parte ser un símbolo de la Italia fascista, tras donar varias de sus medallas para financiar la Guerra de Etiopía. No obstante, el ganador final del Giro de 1931, el primero con la Maglia Rosa, fue Francesco Camusso.
Grandisimo reportaje sobre la Corsa Rosa. Y no solo este reportaje, sino que los demás también son muy buenos. Felicidades a los autores.
Muchas gracias!!! =)