Una pica en favor de la EPO

Bravo, Lance Armstrong; probablemente el hombre más importante de la historia del Tour” vitoreaba Carlos de Andrés al norteamericano en la vigésima etapa del Tour ’05, el séptimo en su cuenta, tras ganar la crono de Saint Etienne con más de medio minuto sobre Jan Ullrich y certificar así la victoria en la general.

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Odiado por muchos, admirado por el resto, Armstrong nunca ha dejado indiferente a nadie tanto por su grandiosidad sobre las ruedas, como por su ruindad por el consumo de sustancias dopantes.

Hace algunas semanas comentábamos las propiedades de la EPO, así como sus efectos a nivel fisiológico y sus posibles implicaciones en el dopaje. Muchos deportistas, no solo ciclistas, han sido sancionados por dopaje al serles administrada eritropoyetina exógena, debido a la supuesta mejora de rendimiento que pueda producir. Sin embargo, un reciente estudio publicado en la revista Science pone en entredicho los efectos del dopping.

Así, 48 corredores de nivel amateur – semiprofesional fueron seleccionados para el estudio, de los cuales mitad fueron tratados durante 8 semanas con EPO, y la otra mitad con un placebo (es decir, un medicamento similar del que se sabe NO provocar mejoras).

¿El esfuerzo al que enfrentarse? No podía haber sido más exigente: el Mont Ventoux, cima mítica del Tour de Francia donde este año se impuso el belga Thomas de Gendt, ha sido el escenario elegido para hallar dichos resultados.

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Y de los resultados, ¿qué podemos decir?

Lejos de los casi 56′ que el vasco Iban Mayo empleó para subir y ganar durante el Criterium Dauphine en 2004, el ganador de la prueba fue un ciclista del grupo control (no EPO), cuya ascensión tomó 1 hora y 12 minutos. Además, calculando las medias entre grupos, se observó que el grupo con EPO tardó 38″ más que los que había tomado el placebo, lo cual no es significativo, pero también reafirma la inocuidad de su consumo.

Entonces, ¿qué conclusiones podemos sacar?

Partiendo de la base de que en ciencia no se puede afirmar o negar nada con rotundidad, los resultados parecen demostrar que no hay diferencias entre el consumo o no de sustancias dopantes. Sin embargo, sería imprescindible la existencia de un mayor número de estudios con una muestra más representativa, que someta a los participantes a distintos esfuerzos y más prolongados en el tiempo, o -y quizá este es el punto fundamental- que se aplique a deportistas de élite, pues a priori no podemos conocer si estas mismas variables usadas en amateur pueden ser extrapoladas a ciclistas profesionales.

¿Y por qué está prohibida?

La WADA (Agencia Mundial Antidopaje) prohíbe todas y cada una de las sustancias que cumplan dos de estos criterios: mejore el rendimiento del deportista, suponga una amenaza para él y/o atente contra el espíritu deportivo. Vista la inocuidad sobre la salud de los corredores, en un futuro la EPO dejaría de estar prohibida en el momento que, más investigaciones como esta, reafirmen que su consumo no mejora el rendimiento.

Bibliografía

8 pensamientos sobre “Una pica en favor de la EPO

  1. La verdad es que es un poco arriesgado decir que es inocua… lo de su afectación a los resultados o no, lo dejo en el aire, no soy quien para opinar de ello, pero sí que existe una verdad irrefutable en su uso relacionado con el espesamiento de la sangre y los infartos… más de un corredor amateur incluso ha fallecido por el uso de la misma… no aumentará el rendimiento, pero sin duda sí pone en peligro la salud del corredor, lo cual es suficiente para prohibirla

    1. Cuando me refiero al concepto de “inocuidad” hablo de que, según el estudio, NO existen resultados de que mejore el rendimiento deportivo.

      Por otro lado, he estado buscando información acerca de las “muertes por EPO” y resulta que todas y cada una de ellas tenían otro factor (por ejemplo, consumo de estimulantes derivado de anfetamina, o uso de anabolizantes esteroideos) que predisponía al fallo cardiaco (que es de lo que caen todos).
      Por cierto, los hematocritos no son superiores a los de una persona con poliglobulia, por lo que una “sangría” cada 4 meses sería más que suficiente para prevenir; y el volumen corpuscular medio es similar al de cualquier persona normal.

      Finalmente, existen estudios (te dejo abajo la bibliografía, cómo no!) donde se demuestra que la EPO es beneficiosa para prevenir el estrés oxidativo neuronal (1) o la destrucción de células demieloma (2). Además, yo que he trabajado en diálisis he visto cómo era el mejor fármaco para remontar la anemia de los pacientes.

      Por tanto, lo que me parece arriesgado es pensar que es la causa fundamental de la muerte de otros ciclistas.
      Y afirmar que “es suficiente para prohibirla” tendría que extenderse a TODO, hasta el uso de paracetamol por posible fallo hepático.

      (1) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27528469
      (2) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27581518

  2. Más que comparar la diferencia entre grupo interesa ver como ha afectado a cada grupo el tratamiento pues si yo me meto EPO durante 8 semanas no seré mejor que contador pero probablemente yo haya mejorado una barbaridad… Le veo limitaciones bastante obvias, aunque habría que estudiarlo más detenidamente

    1. De hecho, eso es lo que presenta el propio paper, del cual está la referencia en la entrada, por si alguien quiere acudir a las fuentes:
      Cómo a partir de una muestra representativa de corredores de nivel medio a los cuales se les suministra EPO o placebo arbitrariamente, no existen diferencias significativas entre los corredores que habían tomado una u otra sustancia.

      Por otro lado, en el tema de limitaciones propia del estudio, es lo más habitual en este tema. No es muy habitual encontrar voluntarios que quieran someterse a un tratamiento con EPO, del mismo modo que es difícil encontrar voluntarios fumadores de hachís para ver cómo afecta el THC a la remielinización axonal por los oligodendrocitos.

      Pero ya que hay un estudio en condiciones (ojo, que lo han publicado en Nature, que es el Froome de las revistas científicas) habrá que darle el bombo que merece

  3. Muy buen artículo, sí señor. También me ha gustado tu respuesta a las “muertes relacionadas con EPO”. Siempre a las había asociado a un mal uso del fármaco.

    No encuentro el artículo original, me puedes dejar un link? Hay cosas que me gustaría ver del estudio, hacen tests de VO2 max? miden el hematocrito en los dos grupos? (Imagino que 8 semanas es tiempo más q suficiente para que EPO haga su efecto, no?) Me parece muy interesante este tipo de estudios, pero es difícil sacar conclusiones… Siempre puede ser que tengas en el grupo placebo un par de sujetos que sean más “pasotas” y que se lo tomasen con la calma y te joden la significatividad jaja

    1. Gracias por tu valoración; muchas veces no hay más ciego que quien no quiere ver.

      En cuanto a lo que comentas, se trata de un estudio puramente epidemiológico en el que no se realizaron técnicas invasivas más allá de la administración del fármaco/placebo.

      No se midieron VO2 max ni hematocrito, aunque independientemente del valor que dieran no parecen ser representativos, ya que repito: fueron los del grupo “placebo” los que acabaron antes.

      En cuanto a lo de que sean más o menos pasotas, no sé si lo había comentado en el artículo, pero son estudios con doble ciego, donde el propio ciclista no sabe a cuál de los dos grupos pertenece. De ahí que el placebo administrado tenga las mismas características macroscópicas que la administración de EPO. Por eso no hay riesgo de sesgo de grupo.

      Finalmente, te dejo por otro enlace el artículo. Me estoy dando cuenta que el link que había dejado es de la página de Science, pero lo tienen capado. Y los que trabajamos en laboratorios tenemos “otros truquitos” jajajaja

      http://cyber.sci-hub.bz/MTAuMTEyNi9zY2llbmNlLjM1My42Mjk2LjIwNg==/10.1126%40science.353.6296.206.pdf

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