Trampas mortales en Los Montes de Toledo
En el argot ciclista, el nuestro, la expresión “llevas un hierro” se ha utilizado desde siempre para bromear de esa pobre bici que llevaba tu compañero de ruta; con un solo plato y un puñado de dientes -que nunca dejaba respiro a las piernas al subir o que apenas permitía avanzar en el llano-, sin amortiguadores, y con un cuadro que pesaba más que el propio ciclista.
Por desgracia, hoy en día ha cambiado mucho el motivo, y es que los verdaderos hierros que se empiezan a encontrar en los caminos son auténticas trampas mortales para todos los amantes de la bicicleta.
Mallas metálicas enrolladas y ancladas entre árboles, así como diversos hierros de forja fijados en el suelo son algunas de las tropelías que se encontraron el pasado fin de semana los Agentes Medioambientales en los Montes de Toledo. Evidentemente, los operarios retiraron y requisaron todos estas trampas, más propias de cualquier otro escenario que de las habituales rutas cicloturistas de la que esperemos sigan disfrutando los practicantes, cada vez más, de este deporte.
Las fotos, tomadas por los profesionales de APAM (Asociación Profesional de Agentes Medioambientales – Castilla la Mancha), son pruebas claras de una práctica que se viene repitiendo desde hace tiempo, y que deseamos no tenga que cobrarse más víctimas, como la que se cobró el pasado verano, cuando pudimos leer la noticia de que un ciclista moría al topar con un cable colocado en una senda en Valderredible (Cantabria).
