Carapaz: “La última semana va a estar de infarto”

En buena forma llega Richard Carapaz a un Giro donde, si fallaría Mikel Landa, seguro que tratará de pelear por los puestos altos.
En primer lugar, el corredor de Ecuador comenzaba valorando el recorrido del Giro 2019: “Ya desde octubre venía viendo perfiles, detalles de la carrera. Una vez tienes decidido que vas a ir, lógicamente te interesas más por ella. Lo que más en mente tengo del recorrido son las tres cronos. He tratado de prepararme de la mejor manera para afrontarlas; como sé que no son mi fuerte, tengo más empeño todavía en dar el máximo, porque de ellas depende que pueda estar en la pelea. Si puedo perder dos minutos o un minuto antes que tres, será una ganancia para mí. El prólogo, por el perfil que tiene, ya va a marcar algunas diferencias; la crono de San Marino es súper larga y seguro habrá importantes distancias entre favoritos; y además cerramos con otra CRI en Verona, con lo que el último día no va a ser tan sencillo como Roma el año pasado. Eso sí: la montaña y, en especial, la última semana van a estar de infarto (ríe). Puertos largos y duros. Los últimos cuatro días hay mucha montaña y van a dar un ‘picante’ extra y una exigencia enorme. Los Dolomitas van a ser un gran juez para el ganador del Giro de Italia. Esa segunda mitad de carrera me gusta mucho“, decía Richard Carapaz.
Carapaz también hacía balance del inicio de temporada: “Pienso que la temporada ha ido como queríamos, siguiendo una preparación muy acorde al objetivo del Giro. Colombia y Argentina fueron muy bien para comenzar. En Argentina tuvimos la gran alegría del triunfo de Winner, al que pude estar ayudando, y después en Colombia pude destacar un poco más de manera individual en la montaña y hacer buen papel. Tirreno-Adriático y Volta a Catalunya me sirvieron para ir tomando el ritmo de la competición europea y en Asturias todo ha salido estupendamente bien“.
Richard Carapaz recordaba el Giro 2018 lo que supuso su debut en una grande: “Me vuelve la alegría a la cara recordando aquella etapa. Saber que pude estar disputando tan pronto una etapa en una Gran Vuelta, y que además pude levantar los brazos ese día… es lo mejor que podía haberle pasado a mi carrera deportiva. Era el momento, la gran ocasión, en el mejor estado de forma. Aun así, yo no esperaba que eso me fuese a llevar a disputar la general. Había preparado bien el Giro, ya había disputado la Vuelta en 2017 y sabía que tenía cualidades para las grandes vueltas, pero mi planteamiento era que podría pelearlo no ese mismo año, sino quizás dentro de uno o dos. La oportunidad acabó presentándose muy pronto y eso me cambió la mentalidad como corredor. Ahora sé que puedo estar peleando ciertos tipos de carreras de una semana o incluso aquellas pruebas de un día más montañosas y que me van mejor. Siento que tengo un margen de progresión muy bueno y eso me da más motivación para pelear por lo que viene“. Además, el ecuatoriano hablaba sobre su debut como profesional: “El equipo me dio la oportunidad de disputar algunas clásicas con ellos en Italia como corredor a prueba a finales de 2016 y me gustó mucho como país, para competir y para disfrutarlo. Se asemeja mucho a Ecuador: es terreno siempre muy quebrado, difícil, para arriba y para abajo“.
Por último, el corredor del Movistar Team comentaba la situación del ciclismo en su país: “Pienso que el ciclismo en Ecuador está creciendo de manera progresiva. Se ha ‘disparado’ un poco con los éxitos del año pasado, a nivel de afición e incluso en el aspecto de participación en escuelas, niños sobre la bici… aunque lógicamente es un trabajo muy a largo plazo, aún faltan muchas cosas por hacer. Hay que confiar en que siga esa proyección y que la gente, como viene ocurriendo ahora, se vaya interesando más y más por el ciclismo. La afición se está portando de manera espectacular conmigo en estos últimos años. Tienes a fanáticos de todo el país siempre pendientes de ti, de las transmisiones de las vueltas… Para mí es algo muy emocionante”, terminaba añadiendo Carapaz.