Antonio Martín, la promesa perdida

Antonio Martín Velasco, era una de las grandes promesas del ciclismo profesional

 

Debido a los casos de Demotié y otros accidentes en las carreteras del país , nos viene a la memoria la gran promesa que fue Antonio Martín Velasco. El madrileño fue calificado como el  “Nuevo Induráin”. Javier Mínguez ( Director del equipo Amaya por aquel entonces), fue el primero en descubrir el talento de Antonio.

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En el 1992, ya destacaba como profesional. En una volta a Catalunya como siempre tan plagada de estrellas, ese año solo pudieron superarle Miguel Indurain y Tony Rominger. Era un corredor muy completo capaz de hacer buenas contrarrelojes y destacar en alta montaña. El 93, fue su año de consagración. En la Volta a Catalunya fue capaz de ganar una etapa y repetir podio del año anterior pero como siempre en España, no sería realmente conocido hasta  que no destacara en el Tour de esa edición. En la décima etapa con final en Serre -Chevalier tuvo una actuación estelar, ese día el ganador fue Tony Rominger. El madrileño llegó antes que corredores favoritos como Bugno y Chiapucci. En España, ya se hablaba del triplete de Induráin en la ronda francesa y de la gesta de un chaval de 23 años llamado Antonio Martin. En aquella época, no existía todavía el malliot blanco pero si se reconocía tal triunfo de mejor joven. El Español superó ese año a la leyenda francesa Richard Virenque. En la Ronda gala rozó el top ten en la general en su primera participación.

En el  Banesto, ya veían como a Pedro Delgado le quedaban pocas balas en las piernas. Induráin, todavía no mostraba signos de flaqueza, pero eran conscientes que algún día se le acabaría la racha. El equipo Amaya empezó a recibir llamadas para preguntar por ese gran prodigio llamado Antonio, además de otro de los que despuntaban en el equipo como era Mikel Zarrabetia. El tema de los patrocinadores en España, siempre ha sido un problema y aunque Banesto podría fichar a Antonio no hizo falta. En 1994, el equipo Amaya desapareció y el Banesto lo absorbió. Nada mas conocerse el fichaje del nuevo crack, José Miguel Echavarri (Director deportivo del Banesto), estaba entusiasmado. “Contamos con el pasado (Pedro Delgado), el presente (Miguel Indurain) y el futuro (Antonio Martín) de nuestro ciclismo”,  afirmaba satisfecho con el fichaje.

El 11 de Febrero de 1994, mientras entrenaba con un amigo, un camión embestía al ciclista en Torrelaguna provocándole la muerte en el acto.

En plena Vuelta a Andalucía, la voz del ciclismo de los 90´ Pedro González adelantó la terrible noticia. Poco después, todos los informativos de ese 11 de febrero abrieron los  titulares con el suceso. Antonio Martin salió a hacer rodaje con su amigo Ángel Luis Robledillo, cuando en una bajada un camión y su espejo retrovisor hicieron salir despedido al ciclista madrileño. El fuerte golpe en la cabeza que sufrió, hizo que no pudiera hacer nada el equipo médico cuando llegó al lugar de los hechos. El mundo del ciclismo se quedó consternado ante tal circunstancia. Su familia, compañeros de equipo y  gente que le conoció hablaron de la gran persona que era, además de destacar sus dotes a los pedales. El equipo Banesto, que estaba disputando el Tour del Mediterráneo y la ya citada Vuelta a Andalucia, decidieron abandonar las carreras para  desplazarse a Torrelaguna y asistir a su funeral.

Nunca se sabrá si podría haber sido el nuevo Indurain o si la coincidencia con el segundo apellido de Contador era cosa del destino. De lo que si se tiene constancia es de las tardes de gran ciclismo que dio y ese gran Tour del 1993.

6 pensamientos sobre “Antonio Martín, la promesa perdida

  1. Ese mes de febrero de 1994 se le hizo una manifestación homenaje de ciclistas la cual fue al lugar donde perdió la vida en la cual me enorgullezco de haber estado.

    1. Es una lástima el poco respeto que se tiene, y la poca concienciación que hay. Desde Demarrajaweb luchamos por publicar todas estas trágicas noticias para que no queden en el vacío; si sirve para que una parte de la población, por pequeña que sea, se dé cuenta de lo que ocurre, habremos aportado nuestro granito de arena.

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